Para conocer
Acceso al parque y excursiones
El principal portal del acceso al parque es a través del paraje La Armonía, donde funciona un alojamiento tipo glamping, uno de los principales lugares para hacer base.
Tanto los coordinadores del glamping como la Asociación Vecinos de La Armonía organizan actividades por la zona, incluyendo salidas en kayak por el río Bermejito, excursiones en bicicleta con guías locales (o solo alquiler), senderismo y observación de aves (es importante consultar disponibilidad por mail o teléfono con anticipación). También se pueden probar comidas regionales y comprar artesanías.
Dentro del parque: miradores y senderos
Desde La Armonía se ingresa al corazón del parque nacional siguiendo un camino vehicular de tierra que recorre 22 km hasta el río Bermejo. En el recorrido se pueden hacer algunas paradas para observar el bosque chaqueño: la más famosa es la del enorme palo borracho, con el que todos y todas quieren sacarse una foto.
Al final del camino se llega al área de uso público, donde se encuentra una carpa comedor (en época de visitas ofrece comidas), una serie de plataformas para acampar (se recomienda llevar carpas propias o consultar con anticipación por disponibilidad para alquiler) y baños con duchas.
Si bien la oferta de actividades aún es incipiente, hay un mirador sobre el río Bermejo y varios senderos peatonales que recorren distintos ambientes y que son ideales para los y las amantes de la observación de aves (hay 350 especies para descubrir, incluyendo chuñas de patas negras, charatas y loros habladores). También, con un poco de suerte, se pueden ver tapires, osos hormigueros, pecaríes, armadillos y otros animales típicos de la región.
En los alrededores
En el paraje Nueva Población, a 40 km de La Armonía, se puede salir a remar en kayak en compañía de guías locales.
En Misión Nueva Pompeya, a 60 km de La Armonía, hay comunidades de la etnia Wichi que ofrecen talleres de artesanías.
En Juan José Castelli y Miraflores, las comunidades originarias (principalmente QOM), criollas y descendientes de inmigrantes alemanes y rusos, invitan a compartir tradiciones locales y comidas. Hay varios grupos de artesanas QOM que trabajan con palma, chaguar y madera. También se puede disfrutar de la gastronomía local en los patios de las casas de los anfitriones.