Santa Rosa (La Pampa). Cuenta con aeropuerto y es la puerta de entrada norte a la región de la estepa. Al estar ubicada en el centro del país, conecta con diferentes rutas hacia los 4 puntos cardinales. A 227 km podés conocer el Parque Nacional Lihué Calel en el corazón de la provincia. En un paisaje de llanuras, vas a poder caminar por serranías de origen volcánico con cumbres que llegan a los 600 metros de altura.
Neuquén Capital. Tiene una buena conectividad aérea y terrestre, y es el punto de partida para que recorras la Ruta de los Dinosaurios Neuquina, el Parque Nacional Laguna Blanca y el circuito de bodegas del Alto Valle.
Viedma y Bariloche (Río Negro). Buenos puntos para empezar el cruce por la estepa. Tienen aeropuerto y están unidos por la RN 23. Si querés vivir una experiencia distinta, el Tren Patagónico conecta ambas ciudades. Tanto la ruta como el tren bordean la meseta de Somuncurá entre paisajes solitarios y agrestes que proponen conocer el lado menos conocido de la Patagonia.
Puerto Madryn, Trelew y Esquel (Chubut). Ciudades con aeropuerto unidas por la RN 25, otra de las rutas que atraviesa la región. Podés llegar a lugares imperdibles como los monumentales farellones rojizos de Los Altares y la solitaria Piedra Parada que se levanta como un tótem en la estepa.
Comodoro Rivadavia (Chubut). Otra ciudad con aeropuerto. Desde acá y hacia el oeste, vas a pasar por los bosques petrificados de Sarmiento y el lago Musters, dos imperdibles de esta ruta. Hacia el sur, el Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo te invita a que conozcas los yacimientos de plantas fósiles más importantes de Argentina y los árboles petrificados más grandes del mundo.
Río Gallegos y El Calafate (Santa Cruz). Dos ciudades con aeropuerto que permiten descubrir el sur de la Patagonia por el cruce más corto y unir el mar con los glaciares.